lunes, 28 de febrero de 2011

Danza a Tláloc, reloaded.

Una de las cosas que ya son un tanto cotidianas aquí, y que por lo mismo rara vez me detengo a pensar en ello, es el clima en Beijing. Casi cualquier curso de chino mandarín tiene una lección sobre las estaciones y el clima en sus primeras páginas, pero nunca mencionan el hecho de que el clima, al menos en esta ciudad capital, es ocasionalmente manipulado.
Este fin de semana nevó. Pero no se trató de cualquier nevada, ni siquiera fue una gran carpeta blanca la que cubrió las calles. No. Su peculiaridad radica en que fue provocada artificialmente por las autoridades de la Oficina de Modificación del Clima de Beijing, quienes ante la sequía que ha azotado a la región, no desperdician ninguna oportunidad para provocar lluvia, que en estas bajas temperaturas de final de febrero, se transformó en nieve.
El que un gobierno tenga la capacidad y la disposición de realizar estos cambios, es algo que debe en verdad provocarnos sorpresa. Desde luego no se trata de ningún acto de magia, sino que, con condiciones de humedad mínimas requeridas para el proceso, se "bombardean" las escasas nubes con yoduro de plata, lo que activa el proceso de lluvia.
Algunos detractores de la técnica dicen que aún se conoce poco sobre las consecuencias que puede tener el utilizarla dentro del mediano y largo plazo, y hay quienes aseguran que el abuso de la misma puede provocar sequías aún más prolongadas y serias. Pero por el momento, las autoridades locales parecen no reparar en ello. El sólo hecho de que exista una oficina dedicada exclusivamente a ello es una muestra de la importancia que se le da al tema en esta ciudad capital.
Así pues, seguir el estado del tiempo de manera constante siempre puede traer súbitas sorpresas, ya que en China, hasta el clima puede ser fake.